La indemnización media por despido desciende un 11% en cinco años

Como muestra el gráfico, los casi medio millón de trabajadores despedidos percibieron una indemnización media de 8.965 euros en el 2020 frente a los 10.044 del 2015. El importe es un 11% inferior al de cinco años atrás a pesar de que la inflación acumulada en el periodo supera el 4%.

José Luis Fernández, director del gabinete de estudios de USO, explica que la indemnización baja año tras año porque “la gente gana menos dinero y además trabaja menos horas, lo que hace que el salario a efectos de la indemnización baje”. Ese efecto de devaluación salarial que se da en España en los últimos años más los derivados de la reforma laboral del PP del 2012 de reducir el importe que pagar dejan el coste muy por debajo del de la pasada década.

El importante auge de la contratación de fijos discontinuos despierta muchas dudas sobre el aumento de indefinidos

En el análisis de los datos se comprueba que en el primer trimestre del 2020 –justo cuando estalla la pandemia– se da un enorme bajón en las indemnizaciones medias y se sitúan en 6.818 euros. Carlos Martín Urriza, director del gabinete económico de CC.OO., estima que “lo que ha debido de pasar es que los primeros que caen en el arranque de la pandemia son los trabajadores de salarios más bajos”. Son empleados que no pudieron acogerse a los mecanismos de protección, como los ERTE. “En el resto de los trimestres, la composición es más similar a la habitual y se normaliza la situación”, añade.

Fuentes del Ministerio de Trabajo señalan que en el primer trimestre del 2020 se da “una fortísima caída de afiliación” y en los despidos hay un doble componente: “Por una parte, los efectos económicos de la pandemia afectan, especialmente, a actividades relacionadas con servicios, como la hostelería. Por otra parte, está la cuestión relativa a la antigüedad de las personas que sufren los despidos”. Es un cóctel letal para las indemnizaciones.

El coste del despido fue uno de los cambios que se introdujeron en la reforma del 2012 y que ni siquiera se trataron en las negociaciones que derivaron en el acuerdo laboral del año pasado entre CC.OO., UGT, la CEOE y el Gobierno. Lo que sí que ha provocado ese acuerdo es un aumento exponencial de la contratación indefinida, pero con un fuerte peso del contrato fijo discontinuo y el indefinido a tiempo parcial.

José Luis Fernández advierte que “buena parte o la mayoría de la contratación temporal se ha convertido en fijos discontinuos”. Con datos de la EPA del primer trimestre, el economista advierte de que la contratación a tiempo completo baja en un 6,8% y la de jornada parcial disminuye un 4,3%, mientras que aumenta la contratación de fijos discontinuos en un 534%. Uno de los temores que existen es que la temporalidad en vez de desaparecer en realidad se acabe “escondiendo” detrás de los contratos fijos discontinuos.

Carlos Martín Urriza cree que aún es pronto para ver como se readaptará el mercado laboral, pero insiste en que para un trabajador es más beneficioso el contrato fijo discontinuo que el temporal. Y usa precisamente los últimos datos de indemnizaciones medias: “El contrato fijo discontinuo ofrece una apreciable mayor protección en términos de indemnización por despido (4.439 euros de media) que los contratos temporales a tiempo completo (1.268 euros) y parcial (507 euros), o que el contrato indefinido a tiempo parcial (3.272 euros)”.

En cualquier caso, casi desde el mismo día en el que se firmó el acuerdo laboral hay voces como la del secretario general de UGT, Pepe Álvarez, que piden abrir el melón del coste del despido con la patronal.