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Barcelona y su área no pasarán el lunes a la fase 1 pero habrá algún avance parcial

15/05/2020

Prudencia. Esa es la línea adoptada por la Generalitat y que, según la consellera de Salut, Alba Vergés, comparten ayuntamientos como el de Barcelona. Por ello, Catalunya sólo ha planteado al Gobierno que el lunes pasen a la fase 1 de desconfinamiento las regiones sanitarias de Girona, Lleida y Catalunya Central. No pedirá el pase completo de las regiones de Barcelona ciudad y área Metropolitana Nord y Sud, pero sí algún “cambio de fase parcial”. Podría ser la desescalada en los municipios menos poblados, permitir alguna actividad o que no deban esperar al día 25. Vergés no quiso concretarlo, porque aún se analiza con los municipios. Y luego dependerá de la flexibilidad del Gobierno estatal para aceptarlo.

Vergés aseguró que el riesgo epidemiológico en todas las regiones catalanas es bajo o moderado y todos los indicadores van a la baja. También está garantizada la capacidad asistencial. Pero preocupan la capacidad diagnóstica y de seguimiento de los nuevos casos y sus contactos en las zonas de mayor población. Se despliega la realización de tests en los centros de atención primaria (CAP) y las regiones en fase 1 ya han empezado a hacer PCR de nuevos casos en 24 horas (muy pocos), pero hasta ayer no llegaba todo el material a muchos CAP de Barcelona, por ejemplo.

El problema

La elevada movilidad entre Barcelona y su área de influencia es un gran riesgo añadido

La incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes hace 14 días y hace 7 muestra claramente la tendencia descendente. En Girona han pasado de 81 casos por 100.000 habitantes a 35,4; en la Catalunya Central, de 65 a 25; en Lleida, de 48 a 15,4; en el Camp de Tarragona, de 18 a 10,5; en Terres de l’Ebre, de 18 a 12,4; en el Pirineu, de 29 a 25,3; en la Metropolitana Sud, de 55 a 20; en la Nord, de 38 a 16; y en Barcelona ciudad , de 89 a 36. Pero Vergés recordó que no es lo mismo el Pirineu que Barcelona: en las áreas muy pobladas, una misma tasa supone muchísimos más casos.

Barcelona y gran parte de los territorios que la rodean reúnen al grueso de la población de Catalunya –1,5 millones Barcelona, 1,3 la región Metropolitana Sud, que llega hasta el Garraf y Alt Penedès, y 1,9 la Nord, que llega hasta el norte del Maresme y el Vallés Oriental–. El 66% del total. Además, son casi un continuo urbano, donde cuesta distinguir los límites de cada municipio. Eso obliga a estudiar las tres zonas barcelonesas en común.

Soluciones adaptadas

Salut y Colau acordarán hoy una propuesta con normas específicas

Pero, a la vez, en la misma región hay áreas distintas. Vergés dio a entender que los municipios que menos se relacionan con Barcelona, los que menos dependen laboral y comercialmente del conjunto metropolitano, podrían tener un desconfinamiento con un ritmo propio, avanzado. Además, tienen circuito sanitario propio. Son, sobre todo, el norte del Maresme, parte del Vallés Oriental, el Garraf y el Alt Penedés.

Es posible que las soluciones “adaptadas al territorio y a las maneras de vivir”, que la consellera dijo que se estudian, establezcan una propuesta de pase a la fase 1 particular. Y que se desgajen de su región sanitaria, aunque las soluciones que se adopten en una fase no tienen porque mantener el formato territorial en la siguiente.

Riesgo bajo y moderado

La incidencia de casos desciende en la última semana en todos los territorios

También hay diferencias entre municipios de la zona metropolitana más densa, donde sus habitantes duermen en un lugar, trabajan en otro y visitan cada día alguno más. Lo que supone una gran movilidad de más de 4 millones de personas que dejan en papel mojado los datos locales de casos y su control. Porque el control de casos nuevos que tienen que hacer ahora los CAP de Gavà, por ejemplo, no indicarán exactamente el problema de Gavà, sino de todos los municipios por donde se mueven sus ciudadanos.

En Barcelona, la oficina técnica, creada por Salut y el Ayuntamiento (más representantes de otros municipios) para pensar el desconfinamiento, lleva dos días de frenéticas reuniones para buscar salidas. Además de posibles soluciones diferenciadas para esos municipios menos influidos por el imán de Barcelona, estudian frenar de alguna manera la movilidad no estrictamente laboral, así como toda clase de excepciones a las aperturas de la fase 1 que puedan aumentar el riesgo, debido al continuo trasiego de personas entre municipios. Este tiene como punto de encuentro Barcelona, la región más densa (30.457 habitantes por km2), mucho más que las metropolitanas (10.231 habitantes por km2en la sur). Multiplicando aún más los riesgos para su población. “Compren por favor en los súper de sus municipios”, dijo Vergés; “a más contactos, mayor riesgo”.

Así, el pase parcial a la fase 1 de desconfinamiento o su demora en Barcelona y las ciudades de las regiones Metropolitana Nord y Sud se decidirá esta mañana y se presentará al Ministerio de Sanidad cuando se tenga claro. “No creemos que eso vaya a suponer ningún problema”, aseguró Vergés. La consellera mantiene “intercambios técnicos” con el ministerio y el ministro Salvador Illa e insiste en que quien aprueba las medidas que se proponen son el Govern catalán y su órgano de emergencias Procicat; además recordó que el gobierno central ofreció cogobernanza.

En cambio, Salut ya envió ayer a Madrid la propuesta de que el lunes la Catalunya Central, Girona y Lleida se sumen a la región de Tarragona, les Terres de l’Ebre y el Pirineu-Aran, que están en la fase 1 desde el 11. Y así seguirán hasta el 25 si no hay cambios. Según Salut, la evolución en estas regiones es satisfactoria, aunque “siempre hay problemas en las zonas limítrofes”. Pidió paciencia, ser prudentes y evitar errores que obliguen a volver atrás. “Esto no ha acabado”, advirtió .

Salut avisa también que hay que hilar muy fino con los datos, pues se han testado prácticamente todas las residencias catalanas y eso hace crecer el número de casos (algunos no son actuales) e hincha la tasa de incidencia (véase el gráfico adjunto). La región de Girona parece que tiene una tasa como la de Barcelona, pero si se quitan los casos de residencias, es muy menor. Vergés dijo que las residencias están controladas y no son focos de contagio comunitario. Igualmente, Catalunya Central incluye el tremendo foco que hubo en Igualada, pero ahora tiene una incidencia muy baja.

“Esto no ha acabado”

Vergés pide paciencia y contención para evitar errores y no tener que volver atrás.

Via La Vanguardia